
Cerezo.
El cerezo es originario de Grecia, fue durante el Imperio Romano cuando se expandió su cultivo por distintas zonas de Europa.

Pertenece a la familia de las rosáceas como el manzano, el membrillo o el peral, y al género Prunus. Es un árbol de hoja caduca.
En España, la variedad más cultivada es el Prunus avium -cerezo de monte, cerezo dulce o silvestre-.

El cerezo aguanta bien las bajas temperaturas y como la floración es tardía, en los meses de abril y mayo, no suele peligrar la salud de la flor que sí se puede dañar con temperaturas por debajo de 0 ºC.

El fruto del cerezo es la cereza o guinda y se trata de una de las frutas del verano más preciadas.
La cereza es una fruta rica en hidratos de carbono, sobre todo, fructosa, aporta cantidades significativas de fibra que mejoran el tránsito intestinal, vitaminas y antioxidantes.

Entre sus beneficios se encuentran que son depurativas y antioxidantes; reducen el riesgo de padecer diabetes y ayudan a bajar los niveles de colesterol y ácido úrico. Además, ayudan a regular el sueño y prevenir el envejecimiento.
Durante las primeras fases de crecimiento no tolera bien la luz directa por lo que es necesario cubrir la planta, necesita una tierra aireada. y profunda, ya que sus raíces suelen profundizar bastante, y evitar los suelos compactos y arcillosos.
El mejor momento para podar el cerezo es en otoño, cuando termina de dar la fruta, así quedará preparado para el invierno y la siguiente floración.

Es un árbol que no requiere grandes cantidades de agua pero evite los extremos. Debe mantener una leve humedad del suelo para su perfecto crecimiento. Y siempre va a ser mejor la escasez que el exceso de agua.
El tiempo que tarda un cerezo en florecer puede variar según la especie y las condiciones de crecimiento. En general, la mayoría de los cerezos comienzan a florecer entre tres y cinco años después de ser plantados.

La temporada de cerezo en flor dura alrededor de un mes, cada árbol da flor durante aproximadamente una semana. Los árboles viven entre 30 a 40 años.
Las flores de cerezo, generalmente son color blanco o rosa pálido. Algunas variedades producen flores de tonos rosados más intentos.

La variedad que se cultiva en Asia es el Prunus serrulata (Sakura), y con la floración de los árboles se celebra la llegada de la primavera.
Hacer un picnic bajo los cerezos es una tradición japonesa.

La flor de cerezo tiene múltiples significados en diferentes culturas. En Japón, representa la belleza efímera y la fragilidad de la vida, ya que las flores de sakura solo florecen durante un corto período antes de caer al suelo.
Esta metáfora de la vida se conoce como “mono no aware” y es un concepto importante en la cultura japonesa, también puede simbolizar la inocencia, la sencillez, la belleza de la naturaleza y el renacimiento que trae la primavera.

En otras culturas, como la china, la flor de cerezo se asocia con la feminidad y la belleza femenina, mientras que en la cultura coreana, es un símbolo de pureza y modestia.

Los budistas la asocian con la temporalidad y el carácter pasajero de la belleza y la vida, pero también con el ciclo de transformación de la vida, por lo que también se asocia al renacer.
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